el otro gabriel
spat Friday, September 22, 2006 by alonso ruvalcaba | mándalo por mail
yo no sabía que el otro gabriel tenía blog. algunos lo reconocerán [el negro, perchance?], porque tiene un maestro que mea en la llanta de su propio auto y dice “aquí meó el maestro rulfo”. en el nombre de su blog hay cuando menos tres falsedades: no estoy borracho. he aquí un ejemplo de su humor [no supe si poner las comillas en “ejemplo” o en “humor”]:
Los señores que contraté para mudarme venían en su camioncito comentando los siguientes puntos:
–¿Supiste que ayer cargamos unos muebles bien pesados?
–¡Nombre!
Más tarde, en una reunión de publicistas, las conversaciones tenían el siguiente vaivén:
–Güey, ayer vi un comercial buenísimo.
–El que yo vi es mejor.
Bajo ese esquema, imagino a dos empleados de equis circo itinerante:
–¿Y anoche comiste mucha espada?
–Algo, ajá. * * *
¿gabriel estás ahí?
Ya veo que Rodríguez Liceaga y Nos somos parecidos. Nomás que Diosito me visita a mi primero...
tu tu ru rú
oraless
entretenida la recomendación!
:)
visítalo, evitA, ya ves que hasta Su Santidad se da la vuelta de repente.
Queniqué, está muy cagado. El nombre debe inspirar inteligencia o, al revés, sólo un inteligente puede llamarse, naturalmente, Grabiel.
Ah, por fin hice memoria: apareció en la fiesta del Davidson con un par de muchachonas güenérrimas, ¿no? Claro que sí. Llegaron y se fueron al poco tiempo. Y, según recuerdo, el Negro lo invitó. Claro que sí. Ah, mi memoria comienz'a mejorar.
tienes razón!
y sí, creo que llegó a aquel reventón legendario invitado por el negro. claro que eso es lo de menos. lo de más, obvio, es que si hoy aparece lo haga con sus amiguitas.
benedicto,
ai le avisas, ¿no?
Ya sabe, al rato llega, seguro solo, o con su vieja, pero llega.
Ojalá llegue mejor con las otras viejas.
Hijo mío, yo soy "El Bene" pa los cuates.
Salú!
Chale, no fui.
Pero bueno, en las pedas mi participación se iguala a la de un florero.
Buena semana.
inche Gabriel, bueno, a ver si el sábado te avientas a no ver a tu pinche cruz azul, a no visitar a tu novia en su casa y a ir a una cantina con nosotros, abrazo.
Los floreros, Gabriel, tienen una humilde pero nada secreta participación en las fiestas.
Uno: Siempre hay un borracho que se torna incómodo. Un envase de cerveza es demasiado duro y deja marcas, pero un florero, en cambio... roto contra la mesa, es siempre un noble aviso de que es mejor para el interpelado retirarse, antes que el respetable se ponga demasiado violento.
2. Si el florero es demasiado humilde y queda algún resto filoso entre los puños, es suficiente para amenazar con la misma advertencia que en el punto 1, al mismo borracho o su encarnación reincidente/impertinente, según sea el caso.
3. Es un objeto lanzable. Siempre que se tenga puntería.
4. Si está cargado con las balas que se supone se cargan los floreros (flores), es también un objeto de galantería, en caso de que las palabras te abandonen, como sucede con esas traidoras algunas veces... (Malditas flores. Como si no bastara con que fueran ya bastante cursis, a menos que se trate de claveles rojos y en una corrida de toros. Pero no es el caso).
5. Un florero es siempre útil, según la intención de quien se preste a su servicio. Peor que usarlo como arma, es siempre no darle algún uso. "La esperanza dispone de tantos terrenos baldíos". Métale coco, viejo.
Por otro lado, me reí (sí, también de forma extraña) con su blog. No se achicopale con lo de la beca. De algún modo ayudan esas madres, cierto, pero al final son tonterías. Ojalá me crea. Un abrazo rompehuesos, es decir, con tarjeta de identidad.