de muchas maneras, la labor del crítico es sencilla: arriesgamos muy poco pero gozamos de un lugar por encima de quienes ofrecen su trabajo y su persona a nuestro juicio. nos solazamos en la crítica negativa porque es divertida de escribir y de leer. pero la verdad, agria, es que en la gran máquina del mundo una bazofia cualquiera tiene más sentido que la página en que la llamamos bazofia. hay veces, sin embargo, en que el crítico de veras se arriesga: esto es, en el descubrimiento y defensa de lo nuevo. ayer me sucedió algo nuevo: una comida extraordinaria de una fuente por completo inesperada. decir que la comida y su autor han retado mis prejuicios es decir nada: me han sacudido hasta el fondo... antes me he burlado de la idea de que cualquiera puede cocinar pero después de ayer la he comprendido: no cualquiera puede ser un gran artista, pero un gran artista puede surgir en cualquier parte. es difícil imaginar un origen más humilde que el del genio que sirve tacos de chorizo, de obispo (estómago de borrego embutido) y queso de puerco en la esquina de lópez y victoria, en el centro, en el puesto que se llama sencillamente el taco de toluca, pero, en la opinión de este crítico, es uno de los grandes cocineros de méxico. volveré ahí: lleno de hambre y de esperanza.
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DANZA CON LOBOS-------------
ERECCIONES Y HUMEDADES-------------
Obispito por favor!
jeje
el taco de toluca.
vamos?
abrazo
Buenísima la adaptación jeje.
Otro abrazo,
definitivamente hay que ir; chío seguro que repetirá. te apuntas, paxton?
sí, me apunto.
hay que ir...
Abrazo.
uno más y ya: me apunto también
ya no pueden gozar de taco toluca... nos los acabamos hoy el negroide y yo. chin!
sorri.