¿puedo bucear bajo tu falda?


mándalo por mail



acuérdate de mí­ (en los dí­as de tu juventud)(?)



All personal information that you provide here will be governed by the Privacy Policy of Blogger.com. More...




he estado pensando escribir una falsa historia de faldas; una historia de sorpresa y decepción, que seguiría el esquema de aquel poema:

yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca
aquel en cuyo amor desfallecía matilde urbach.

iría algo así (aunque estaría mejor escrito, en largos e imbricados periodos, no en esta prosa telegramática de borrador): “recuerdo (pero yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) la falda tejida de c. una tarde antes de la debacle de 2001, recuerdo que me daba la espalda y alzaba las nalgas: la tanguita alcanzaba a colarse entre los espacios del tejido, nos fuimos a la taberna del león, donde nos masturbábamos debajo de la mesa; recuerdo su falda flexible, delgadísima, a rayas horizontales: nos quedábamos recargados junto a la puerta, mi erección sobre su falda y su pubis no sé cuánto tiempo; recuerdo la falda negra de m.: en mi cocina, mientras yo preparaba pato laqueado: recargada en el refri, subiéndola de a poquito, el principio de su vagina cubierta de una tela transparente, quiero estirar la mano y que mi mano cruce ocho años; recuerdo la falda de ch., verde, en los portales de tlaquepaque: me gustaba que subiera las piernas a la barra; y su falda de mezclilla cortísima en capicúa: me gustaba que subiera las piernas a mis hombros (se nos acercó un mesero y nos dijo, ridículamente: no es el momento ni el lugar; nosotros sonreímos y aceptamos la expulsión: al menos gabriel ya había tomado las fotos); recuerdo la falda de f. el último día, en la plaza luis cabrera y en los tés: por el principio de sus muslos yo me hubiera ido a vivir a laguna verde; pero recuerdo también la falda negra, hiperinquietante, de kitty march en mala mujer de fritz lang (1949): de su final, ceñidísimo, salían dos pantorrillas hirientes y luego un par de zapatos que podrían caminar sobre tu pecho; recuerdo la falda roja de victoria abril en átame de almodóvar: filtrada sobre sus nalgas como un líquido venenoso que tenemos que probar; pero recuerdo también la petición de dave matthews en crash into me:

hike up your skirt a little more
and show the world to me
hike up your skirt a little more
and show your world to me,

súbete tantito la falda y enséñame el mundo; recuerdo este vestido también:

qué lindo te quedaba ese vestido
a flores que llenaron el espacio
de la noche de marzo y todo el lacio
perfume de tu pelo y el sonido
del cierre del costado cuando apenas
lo fui bajando un poco y me frenaste
y fui bajando en besos respiraste
porque te abrí y abriste esas morenas
rodillas y tus muslos toda suave
y te aparté la tanga y tu sonrisa
secreta depilada monalisa
se abrió como el cerrojo con la llave
se abrió toda tu luz y ese vestido
voló por la penumbra florecido;

recuerdo la deliciosa faldeta siglo de oro de aquellas dos chavitas cachondísimas:

hallándose dos damas en faldeta
tratando del amor con mucha risa,
se quitaron faldetas y camisa
por hacer más gustosa la burleta,

que obviamente terminarán cogiendo; recuerdo aquella otra, alzada al ombligo, mientras se rasura el pubis,

rapándoselo estaba cierta hermosa,
hasta el ombligo toda arremangada,
las piernas muy abiertas, y asentada
en una silla ancha y espaciosa,

y que evidentemente terminará masturbándose en un cuarteto y dos tercetos; recuerdo también aquella falda convincente, total:

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua.


recuerdo, sí, he visto faldas; pero ninguna de esas faldas podría discutir con las faldas que vi el viernes pasado en la terraza del hotel la purificadora en el paseo de san francisco en puebla: pequeñas, pequeñísimas, de colores o negras, colocadas sobre piernas absurdamente doradas, tobillos con pulseritas, y los culos en falditas moviéndose a los lados, diciendo siempre no que no que no.”


  • EL PROFILE (COMPLETO)
    BREVE MANIFIESTO ANTROBIÓTICO

    THE SPECTATOR

    CLIC: BLOGS OF "NOTE"

    -------------

    DANZA CON LOBOS

    -------------

    ERECCIONES Y HUMEDADES LAS QUEJAS DEL JOVEN WERTHER PURA POESÍA TRADUCIR/SER OTRO DRUNK, THAT'S ALL GLOTONERÍAS ANYBODY FANCY A LINE? LA LISTA ANTROBIÓTICA

    -------------

    -------------

    ARCHIVO LECUMBERRI