La última y me largo


mándalo por mail



acuérdate de mí­ (en los dí­as de tu juventud)(?)



All personal information that you provide here will be governed by the Privacy Policy of Blogger.com. More...



La vida es de una aburrición casi total. Es lenta, inútil, mojada apenas por un par de momentos más o menos sabrosos. Pero ¿es eso justificación suficiente para usar drogas? Cuando empecé a consumirlas, hace siglos, no lo hice porque el hecho pudiera también ser un puño alzado. Meterse una tacha era simplemente prolongar la felicidad, ver un poquito extra cada vez. Nada más. Y mezclábamos (con mi brother Saít, un espeso por donde quiera que se le viera), sin preocupación alguna, mescalina, éxtasis, un ácido y un buen de chupes. Eran años raros. Nos afectábamos con mota la memoria de corto plazo, veíamos cosas con un aceite y en tacha queríamos ligarnos a quien fuera. El amor estaba ahí para que nosotros lo tomáramos, aunque, ahora lo sabemos, se trataba también de un simple efecto lateral. ‘Now the drugs don’t work’: ya no sirven las drogas, dice famosa y tristemente The Verve en voz de Richard Ascroft, que se ha metido todo. ¿Para qué entonces, si tienes maomeno entre quince y treinta años, meterte cosas en el año 2005?

Consumir drogas sí puede ser una rápida y efectiva mentada de madre a lo que opina todo el mundo, un decir: ‘éste es mi cuerpo; haré lo que yo quiera con él, dolorosa o deliciosamente’. Es un suicidio paulatino y respondón, si quieres. Es también dejarse caer; ver jeta a jeta un lado muy espeso de todo y, al mismo tiempo, uno de sus lados más expresivos. Como se puede ver en esta revisión de drogas antreras (los links, al final de este post), es asimismo un apartado nocturno donde podríamos convivir, otorgarnos el beneficio de la duda, donde una persona a quien detestabas puede convertirse en un dichoso compañero de jalón. Sin embargo, un usuario de drogas (o, peor, un adicto) es inútil, y al ‘sistema’ (odio usar esta palabra, acartonada y vieja, pero por ahora no hay otra) le molesta. Éste está en contra del consumo de drogas, y en contra del amor también, porque ambos pueden volvernos ‘disfuncionales’ (otro término espantoso), improductivos, lerdos que sólo piensan en detener el tiempo, ebrios sin sentido. Sólo enamorados o en drogas, legales o ilegales, somos capaces de veras de mandar a la chingada a la familia y el trabajo.

También, aunque esto no siempre se nota, las drogas pueden ser herramientas del aplanamiento, la masificación y la güeva. ¿A quién puede sorprenderle ya que el gringo promedio haya inventado y puesto de moda la locución y el concepto de heroin chic? Güeyes y viejas que simplemente están repitiendo conductas vistas en Big Brother o The Real World o donde quieras: estupidez total. Las drogas pueden ser una zonza salida de casa (sin salir de casa, por supuesto, ya que queremos que nos mantengan por lo menos hasta los treinta), una extensión de lo más odiable de la adolescencia, una vuelta más de la espiral exasperante de las parejitas, un modo de pasar el aburrido rato entre tus amigos músicos o djs, una forma de alentar, sin esfuerzo alguno, el deseo sexual que anuncios de cervezas y perfumes nos arrebataron hace mucho.

Hay otra razón para usar drogas. Ni siempre contradice ni siempre complementa a las anteriores, pero ahí está, y es acaso la más patética, en un sentido antiguo del término, de todas. Hace algún tiempo, Mónica y yo tomábamos vino tinto y un poco de coca en mi casa. El vino se derramó y mojó aquel polvo. A ella se le ocurrió meterlo a secar al microondas y hacernos con esa seca plasta rosa un cigarro sazonado con mota. Lo fumamos y una nube bajó sobre nosotros; simplemente inclinamos la cabeza, dejamos de hablar, de pensar, de ver (¿cuántas neuronas nos abandonaron esa noche, sin decirnos nada?). Cuando regresamos a la conciencia, dos, diez, veinte o cincuenta minutos después, quién sabe, incapaces de hacer el amor o siquiera de besarnos, a la pregunta ¿para qué meternos drogas? me respondió con una frase sencillísima pero increíblemente lúcida que repetiré aquí, que servirá de final para esta serie sobre drogas y que, de alguna forma extraña y sabia, nos resume a ella, a mí y a muchísima gente que, como nosotros, mierda región 4, no tiene ya nada más que decir, que no tiene dónde ir ni razón para quedarse en ningún lado: ‘Pues para madrearnos.’ Exacto.

Intro

Juventud en éxtasis

Pura coca

Mucha mota

Mi vida en ácido


40 comments

  1. Anonymous Anonymous 

    ¡Ay, Alonso!
    ¿Qué no dice Shakespeare, el inabordable, algo así como "pues ni mandrágora ni adormidera sirven para nada"?

  2. Anonymous Anonymous 

    Uy alonso, qué buen post y yo con sólo una oportunidad para comentarlo (me voy mañana temprano a la playa, yupiiii!). Pues va:

    He entrado y salido de las drogas durante toda mi vida.

    Empecé con mota, obviamente, de la cual fui usuaria regular durante casi tres años. Me fumaba el primero en el coche, rumbo a la universidad. Llegaba a mi clase de siete, pachequísima, pero con la lucidez suficiente para tomar apuntes coherentes y retener algo de la exposición. Así seguía todo el día. Pero la mota es noble. Nunca me puse mal (saaaalvo… te faltó decir esto: NUNCA, jamás de los nuncas, la consumas en esos brownies/pasteles o mezclas horneadas, es una combinación letal. Te pega traicioneramente a las dos horas y mejor es morir). La dejé definitivamente de un día para el otro. Me dio hueva.

    Con la coca ha sido más difícil. Siempre he sabido que esa es la mía. Qué lucidez! Qué conversaciones! Qué energía! Una etapa de consumo fuerte, luego nada. Ahora lo hago de vez en cuando. En fiestas, noches locas y con alonso casi siempre, jeje. Pero no me preocupa por ahora. No soy adicta (yet).

    He probado hongos y peyote. Los primeros, terribles. El segundo, maravilloso. Me acuerdo de Oaxaca, hospedada en un hotel con un balcón que daba a la plaza principal. Balanceaba los pies y parecía flotar por encima de todo, el tiempo detenido.

    El alcohol. Es la droga siemprepresente en mi vida.

    El éxtasis, los cristales y todo eso llegaron muy tarde en mi vida. Ese camión ya se me fue.

    Y pues esa es mi experiencia. Ah, y difiero contigo en que la vida es una aburrición casi total. Lo único malo de las drogas es justamente eso: cuando se usan demasiado parece que los episodios sin ellas son de aburrición casi total. Mi madre –científica de mente abierta- dice siempre: debemos descubrir la forma de sentir el high de drogas sin el bajón que viene al compararlo con la realidad.

  3. Anonymous Anonymous 

    Comencé a fumar mota a los 20 años y creo que no he dejado de hacerlo por más de una semana desde entonces.
    Ahora tengo 47 y creo que sigo vivo sólo gracias a ella.
    Empecé tan tarde por temor a que me sucediera lo mismo que con el alcohol: mi primera peda fue a los 11 años con una botellita de vodka de las que acostumbraban servir en los aviones, que pude verter en el jugo de naranja del desayuno sin que mis papás lo notaran. Fue seducción a la primera y el efecto jamás vovió a ser el mismo, aun en las peores bacanales e incluso con cantidades mucho más respetables de whisky, tequila, mezcal y ron.

    Con el primer pasón me sucedió lo que temía; quedé cautivado y cualquier momento era bueno para prender un churro.
    "Close to the Edge" de Yes y "Atom Heart Mother" de Pink Floyd se volvieron parte de una liturgia cotidiana.

    Mezclarla con chela o vino tinto sigue siendo lo mejor, sobre todo después de haber descubierto que, en este caso, el orden de los factores sí altera el producto. Comenzar a beber bien pacheco no tiene consecuencias pero fumarte un gallo pedísimo puede causar que te visite "la pálida" e incluso que te vuelvas hipoglucémico, como le sucedió a un amigo que hubo de esperar varios meses antes de volver a atascarse.
    Lo único que no vi acotado en "mucha mota" es un recurrente remordimiento que asalta al fumador bisoño y que puede llevarlo a cometer sacrilegios tan graves como echar todo su guato al escusado.
    Un par de años después recorrí todo el amplio espectro de drogas que en ese entonces estaban disponibles: peyote, derrumbes, semillas de la virgen...todo el panteón jipiteca.
    Finalmente probé la coca en Estados Unidos
    gracias a una novia colombiana que la recibía
    por correo de Medellín en el embalaje de cartón corrugado de los casetes de audio en los que su padre le grababa los partidos de futbol de su equipo favorito.
    Con una aguja de tejer destapaba cada canal del cartón que estaban sellados con una especie de cera de campeche transparente y dejaba salir una buena cantidad de polvo sin cortar.

    Nunca me encantó. Sobre todo porque me provocaba una euforia de la que no podía escapar
    ni haciendo ejercicio como demente o nadando durante horas en la alberca de la universidad.
    Siempre me provocó una angustia insomne que acababa por deprimirme irremisiblemente.

    Ella siempre será un recuerdo grato a pesar de sus amenzas de muerte si la delataba, sobre todo por cómo hacíamos el amor con deseperación y porque su imagen ingenua, que irradíaba bondad y belleza, no correspondía para nada con la del "dealer" incipiente que acabó siendo.

    Ya mucho después en España, probé el éxtasis y el chocolate, que a mi gusto palidece al lado de una buena "caca de mono" panameña, sobre todo porque había que mezclarlo con tabaco y esperar a tener la suerte de que te tocara "la china"
    Fume tabaco por casi 20 años y decidí dejarlo porque a fin de cuentas, los mareos que me producía cuando empecé en la secundaria, desparecieron con el uso cotidiano y siempre me pareció un vicio hueco y demasiado ocioso.
    Lo último fue el crack que compartí con otro amigo entrañable que ha caido sin remedio en él por no poder seguir metiéndose coca, ya que tiene destrozada la membrana de la nariz. Lo compra por casi nada en una vulcanizadora de Tulum, cerca de donde vive, y él sí lo hace como tú Alonso por un deseo perenne de darse en la madre. Después el huracán no sé de él y sólo espero que no haya logrado finalmente su objetivo.

    Como te comentaba "María" a mí me fortalece, me mantiene vivo e interesado y le seré fiel todos los días de mi vida.

  4. Blogger alonso ruvalcaba 

    querido arturo, supongo que en esas líneas del buen shkspr me distraje... las voy a buscar!

    i, ¿te vas a la playa? ¡dios! sí, hemos platicado muchas veces de la larga experiencia, y en particular del alcohol; no sabía, o no recordaba, de los hongos y el peyote; y respecto de la aburrición vital, qué te puedo decir: estoy casi seguro que sentía este tedio aún antes de consumir mi primer churro. (debe haber sido el pinche cioran.)

    adictum: impresionante recorrido. y en cuanto al porqué del uso sí creo que, en mi caso, no es sólo un afán autodestructivo (que lo hay, y muy cabrón) sino una mezcolanza de los tres grupos de razones, porque no necesariamente se excluyen. agregaría una, más sencilla:

    - he usado drogas porque están ahí

  5. Anonymous Anonymous 

    Hola "Lolito".

    Algo que te envidio con toda la fuerza de mis dientes y admiro con toda la nobleza de mi alma es que siempre me dejas pensando. Muchas de tus frases retumban en mi cabeza dias, meses, años. Se agradece tu franqueza, lamento tus disimuladas o cinicas tristeza y desilusion.

    Yo, seguramente el mas "fresa" o "teto" de los que estan en tu Oratio, quisiera atascarme ahorita mismo y viajar, viajar por un largo rato. Poder detener el tiempo, poder largarme de aqui sin avisarle a nadie.

    No se si en este momento sea tarde para empezar a madrearme la vida con drogas.
    Yo solo he fumado mota. Adore los sonidos y los sabores de las dos unicas veces que senti su efecto; pero deteste la "cruda moral" que me dio al dia siguiente tanto como detesto a mi padre. -maldito sea, dicho sea de paso-

    No se si alguna vez te dije que me sentia atrasado por 10 años. Hoy tengo 28 y apenas creo estar viviendo lo que debi haber experimentado a los 18.

    Para que drogarse?
    Tal vez nunca sea con la intension precisa y honesta de madrearse a uno mismo, sino para alcanzar esa maldita alegria o felicidad o satisfaccion con la que todos, franca o disimuladamente soñamos. De niño, siempre fue mas facil para mi atrapar lagartijas o moscas que lo que es hoy, sentirme en paz, esperanzado, feliz.

    Despues de mi ultimo -ridiculo- atascon con mota, hace creo qeu 4 o 5 años, la cruda moral me hizo prometerme no volver a consumir, por que realmente "no ganaba nada con intoxicarme". Y sí he cumplido mi ingenua promesa! Pero no por esta razon, sino por que no se ni donde conseguirla o como pedirla. Y el alcohol, pues no mas no me gusta, salvo el vino que has compartido conmigo.

    Cual es mi punto? no lo se, solo siento la necesidad de olvidarme de todo, de buscar la dorada felicidad, de escupir todo el veneno que tendo dentro de mi o de mejor aun, regresar al regazo de mi mama y saborear mi vida a los 6 años cuando las unicas drogas eran jugar y el amor de mi madre.

  6. Blogger Rochillíto 

    no hay nada que me parezca más sexy que ver o verme inhalando coca de un espejo.

    El viaje comienza desde ahí.

  7. Anonymous Anonymous 

    Supongo que una de las cosas más interesantes en torno de las drogas, es el hecho de que pueden convertirse en una realidad apreciable desde regiones absolutamente opuestas y, por supuesto, mutuamente excluyentes:
    mientras alguien puede decir que constituyen la entrada a un mundo cuasi perfecto, alguien pontificará que son la entrada al infierno; en tanto que alguien descubrirá en ellas fuerzas destructivas, alguien más las encontrará como el detonante que permite conjurar la Creación a voluntad. Al mismo tiempo que alguien perorará y perorará sobre todos sus efectos perniciosos, alguien más se limitará a incorporarlas -a través de mecanismos más o menos ingeniosos- al organismo. Y así, hasta el infinito. Por cada pastilla de soma, un bebedizo de cicuta.

    Como que las drogas nos permiten sentir que, mediante la adopción de una postura en torno suyo, podemos escapar de esa masa informe, viscosa de mediocridad que nos posee la mayor parte del tiempo: los que hablan en contra, porque se erigen en paladines de la Vida (así, con mayúscula, como les gusta escribirla); los que hablan a favor, porque de alguna forma estiman que mediante el consumo es posible demostrar cuán poco importante resulta esa misma vida, y lo superfluos que resultan los argumentos privativos.

    En el medio de una existencia insoportablemente anodina, las drogas nos permiten experimentar, mediante el consumo o el desdén, esas emociones que cada vez escasean más.

    Lo que sí, Alonso, no te vayas a dar un pasón excesivo. No antes de que podamos echarnos al menos un buen escocés.

    Un abrazo.

  8. Anonymous Anonymous 

    Cosas del Diablo. ¡Cruzcruz! ¡Cruzcruz!

  9. Anonymous Anonymous 

    Me siento seducido por las palabras del "usuario anonimo" de aquí arribita. ¿Quién eres? Me gustaría leerte más.

    antOnio

  10. Anonymous Anonymous 

    ¿Quién, yo, Antonio? Soy Arturo, el mismo mono del primer comentario: por andar bobeando mandé mis líneas de manera anónima.

    Estoy a tus órdenes.

  11. Blogger alonso ruvalcaba 

    la felicidad es demasiado elusiva, querido lolito, pero es cierto que las drogas sí la ponen al alcance de casi cualquier bolsillo. (con el problema de que no siempre salen bien, y el malviaje, la violencia, la desaparición de la erección también pueden venir con la línea o la pastilla.)

    rochillito, coincido gravemente contigo en que hay algo hipercachondo in having your breakfast straight off the mirror...

    querido anónimo, lúcida opinión. y no: siempre habrá un espacio para echarse otro whiskey aunque yo, por pura inclinación de mis afectos, lo prefiero de irlanda.

    no sé a cuál de los dos anómimos te refieres, bello antonio, pero supongo que al del escocés. esperemos que se revele cuanto antes.

    las cosas del diablo son las más sabrosas, como lo ha demostrado la vieja disputa santo vs blue demon. y como aclara bart simpson: "¡¿rock cristiano?! ¡las buenas bandas se alinean con satán!"

  12. Blogger marichuy 

    Alón, de verdad perdí el comentario que te mandé por mail, ya lo busqué en la memoria de la PC y nada. Por tanto, buscando en mi memoria, recuerdo que escribí más o menos:


    Mon cher Alonso,
    Espléndidas reflexiones, lamentablemente no tengo nada que decir al respecto.

    [debo confesar que] A menudo me pregunto si no fue un error entrar a tu blog. Cada que leo los comentarios de tus muchos lectores, ratificó que estoy a años luz de todos.

    A diferencia de ustedes: (a) yo tengo un estilo de escritura -si es que puedo llamarlo así- que raya en la mediocridad, lo que (b) me cohíbe para postear lo que pienso cuando te leo; (c) evidentemente la poesía no se me da; y (d) para colmo soy fresísima: no fumo, mis bebidas favoritas son el vino tinto y el café bien cargado, en abundancia; ocasionalmente, el whisky irlandés y el súper fresa baileys (¿así se escribe?).

    Ante este aburrido panorama, mi único consuelo es deleitarme en los post de ustedes (sobre todo los tuyos) y concordar contigo en que Estar en las drogas es una forma de mandar al establishment (¿odias esta palabrita?) al mero infierno.

    Salud y gracias por tu benevolencia

  13. Blogger marichuy 

    Alón

    Cuando recibí tu revire ya había posteado y ¡Que tal! Me acordé del escrito más o menos igual. Esto es una buena noticia, mi alzheimer prematuro no ha avanzado.

  14. Anonymous Anonymous 

    Me gustó este post. Mis favoritos: el alcohol, la mota, las tachas, el café (no necesariamente en ese orden). Tengo mucha curiosidad por el LSD, pero nunca he tenido oportunidad de probarlo.
    Gracias por el post dedicado... yo no debería inquietarte.
    Como casi diario en el Flora, ¿qué día vas tú?
    Siendo un punto en común es fácil que podamos encontrarnos.

  15. Anonymous Anonymous 

    No quise ser usuario anónimo. El blog no me obedece. Soy Mónica. Supongo que lo imaginabas, pero bueh..

  16. Blogger tlacuiloco 

    Antrobiotica es, despues de muchos experimentos, el mejor material que haya probado en años...y no tengo pocos.
    Es mas, viene siendo mi boleto para los viajes que siempre he buscado.

  17. Anonymous Anonymous 

    Aloncito:

    [...] not poppy nor mandragora nor all the drowsy syrups of the world shall ever medicine thee to that sweet sleep wich thou owedst yesterday.

    Arturo, ¿dónde más puedo leerte?

    antOnio.

  18. Anonymous Anonymous 

    hola, llevo poquito tiempo de leerte, Alonso. me gusta mucho lo que escribes, no soy shakespereano pero un tiempo me pegó duro Cioran. no consumo mota ni coca y mi última traca fue hace como dos años pero bebo cantidades de cerveza (j´aime l´indio et la casta). y al respecto de los comments he de decir que quien te llama "alito" escribió algo pocamadre, coincido con él, saludos(ojalá pueda leerlo después si que sea anónimo)

  19. Anonymous Anonymous 

    Deranged,
    tengo duda: quisiste decir "lolito" o "alito? (lolito es por la canción de una "britney" francesita llamada Alizze).

    Marichuy:
    al parecer esta es una zona franca. Venga, escribe, me gustaría leerte. Yo también me siento años luz de Alon y otros aquí pero, así es el universo; nadie nació sabiendo. El anonimato, como a todo buen pillo, me fortalece.

    Adictum:
    se antoja vivir un sábado-domingo en tus zapatos.

    Lo-li-to:
    [...] C'est pas ma faute!


    antOnio

  20. Blogger grabiel 

    Uy, Lolito es el rey: fue mi primerísima mascota, un pescadito a toda madre. Y esa Alizee está... bajen fotos, no puedo recomendar otra cosa. Algunas de mis mejores chaquetas en las últimas semanas se las debo a ella.

    Me gustaría saber qué piensa la Nors al respecto: su leche contiene sustancias? Hay alguien adicto a sus pezones de jotqueic?

    Chabeloesdios.

  21. Blogger Michelle On The Road 

    Las drogas, mmm. Sí, en fin, coincido contigo, con Mónica y con casi todo lo que aquí se ha dicho al respecto. Pero hasta la fecha (y las he probado casi todas, excepto las inyectadas) no ha habido una capaz de madrearme màs de lo que la vida lo ha hecho. Ojalá hubiese una capaz de sedar el dolor que uno carga. Sigo siendo una ferviente convencida de que la mejor droga es la felicidad, eso sí, es muy cara, casi no hay dillers y, para colmo de males, pone por muy poco tiempo y sus efectos secundarios son letales a cuentagotas.
    M

  22. Blogger Michelle On The Road 

    By the way, acabo de recordar dos momentos sublimes, casi felices y dolorosos o madreadorsísimos que tuve con dos drogas.
    1.- En tu antigua casa de División del Norte, que esnifamos harta coca, mientras escuchábamos Tindersticks y Nick Cave.
    2.- La primera tacha que me metì. En algùn momento me dieron ganas de vomitar y fui al baño de la casa de mis cuates. Despuès de volver una cena increìble, me limpiè y me mojè la cara. Después me vi al espejo y por primera vez en mi puta vida, descubrì que en realidad no era fea, o sea, por primera vez me vi y me supe hermosa. No sè que pasò despuès, pero ese momento fue, sin duda, una victoria sobre mis miedos.
    Salú

  23. Blogger alonso ruvalcaba 

    coincido con una verdad clave de michelle on the road (again): el descubrimiento del propio cuerpo en drogas. no sólo la belleza o la fealdad de uno mismo, sino la piel, por ejemplo, con sus terminales nerviosas a mil por hora; o los ojos en el espejo (la luz entrando a saco por las pupilas); o el pene: masturbarse o que te masturben; vaya: en drogas el cuerpo existe. (no sólo en drogas, obviamente, pero ahí como que cobra una conciencia.)

  24. Blogger grabiel 

    A weebo cuatees (de los anguilas, con dedicatoria especial para michelleontheroad: "Ojalá hubiese una capaz de sedar el dolor que uno carga"):

    Life is hard, and so am I
    You'd better give me something, so I don't die
    Novocaine for the soul
    Before I sputter out
    Before I sputter out

    Life is white and I am black
    Jesus and his lawyer are coming back
    Oh my darling, will you be here
    Before I sputter out
    Before I sputter out
    Before I sputter out

    Guess who's living here, with the great undead
    This paint-by-numbers life is fucking with my head
    Once again

    Life is good and I feel great
    'Cause mother says I was a great mistake
    Novocaine for the soul
    You'd better give me something to fill the hole
    Before I sputter out
    Before I sputter out
    Before I sputter out
    Before I sputter out
    Before I sputter out

    CED

  25. Anonymous Anonymous 

    esta vieja nodriza se congratula por el amabalísimo comentario de tagle (o tlacuiloco) sobre antrobiótica (ya tendrá tiempo de pasarle el recado al niño alonso); she also googled arturo ávila, y no encontró que tuviera un blog, tristemente, porque le encanta su prosa, que suele ser erudita. (se encontró esto también: "encargado de la biblioteca de la Universidad Don Vasco y miembro de varios consejos culturales de Uruapan"); y dictamina que este blog, cual debe de ser, está abierto a cualquier prosa, prosodia, sintaxis, ortografía, ortopeía, estilística y pragmática. se aceptan también comentarios groseros, mentadas de madre, anónimos madreadores, children that sputter out eels lyrics, titubeos, tartamudeos, ambos de cuatro y hacerle el amor al ALCA.

  26. Blogger grabiel 

    El anónimo is back: cruzcruz! cruzcruz! (las buenas bandas se alinean con satán, pero las mejores se a-linean y ya).

  27. Blogger Tyler Durden 

    tsssss... ahí si no tengo qué decir.. nunca me he metido algo más fuerte que la mota y ni siquiera la uso tan seguido. Apenas cuando estoy de un excelente humor, con excelentes personas y se que nada me va a malviajar (como el depa de motolinía comprenderá).. La neta soy recoyón para eso, aunque me dan curiosidad las drogas naturalitas como el peyote... Aún así, mi droga favorita siempre será el alcohol. Sé que si muero por su culpa, será vomitando el hígado, pero coincidiendo con el gaborimbo, la idea de una muerte como la de Leaving Las Vegas suena muy romántica.

  28. Blogger grabiel 

    que quede claro: esa muerte + (MÁS) isabel zuapato.

  29. Anonymous Anonymous 

    Amigos:
    Buen día; mejor semana.

    Me quedé pensando en el comentario que hacen Michelle y Alonso sobre la posibilidad que dan las drogas de experimentar el cuerpo-desde-afuera: contemplar como una alteridad lo que no es sino, desde siempre e irremisiblemente, vecindad.

    Tratando de extender un poco el asunto, ¿no les parece que ese anhelo de experimentación corporal es tan sólo una intentona por procurar lo que los afectos logran de otra forma, quizá mucho más limitada? Baso la teoría en algunas ideas:
    1. Michelle menciona un encuentro con una tacha y un espejo. Un menage a trois en el que, por primera vez, se contempla hermosa. De inmediato recordé a Gabriela Mistral y aquel poema que comienza con un "Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa". ¿No será que la ingesta de sustancias distintas confiere a los seres humanos esa capacidad para ver con ojos nuevos una realidad que, de tan vista, resulta desagradable o -peor aún- indiferente? De esta manera, cualquier estimulante permitiría al consumidor convertirse en un ser que contempla como tierra prometida lo que hasta ahora no ha sido más que tierra baldía.

    2. Alonso acuña una expresión que debería ser convertida en literatura: nuestro cuerpo en drogas. Siguiendo con la línea del párrafo anterior, ¿no será que los principios activos de una droga exacerban las capacidades sensoriales de miles de terminales secundarias, adormecidas, lo cual es traducido por el cerebro como una sensación nunca antes experimentada? Justo como si una mano que no es la nuestra se posara sobre nuestro ser y le hiciera vibrar a un ritmo que, por torpeza o negligencia, no somos capaces de lograr. O como si de pronto nos fueran prestados los cien ojos del Argos para vernos. O como si tuviéramos un aleph en el interior, al que de pronto tenemos acceso.

    A partir de lo anterior, parecería que en gran medida el principal aporte de la droga a la vida de quien la consume sería la posibilidad de reunir a un auditorio cautivo (uno mismo, pero no el de siempre) para contemplar y proclamar su grandeza. O, si ese es el anhelo personal, su miseria.

    Quizá sería interesante pensar en ello. Tal vez porque, de tener algún grado de verdad, resultaría que quien paga al dealer por una dosis estaría repitiendo, literalmente, la historia de cambiar dinero por espejitos.

    * * *

    Antonio, escribo algunas cosas para diversos medios locales de mi comunidad. Sin embargo, no están en línea. ¿Querrías que te los enviara a alguna parte?

    Nodriza: Gracias rendidas por el interés hacia mis comentarios. Mayores agradecimientos aún por la curiosidad sobre este servidor.

  30. Anonymous Anonymous 

    Arturo:
    ¡Pero por supuesto!

    xhmx@yahoo.com

    antOnio

  31. Blogger Carlos 

    Coincido contigo en casi todo , recuerdo los artículos, creo se publicaban los miércoles no? En fin, justamente cuando estaba leyendo esto, en la t.v, pasaban el capitulo cuando Homero es pacheco (puta… la escena, donde Lisa esta tocando el sax y Homero piensa podría ser una excelente pipa, genial) demasiada coincidencia.

    Creo, que el tema da para un chingo, pero más allá de las anécdotas que uno podría contar, esta el hecho de que, no todos pueden ser capaces de conocer, el porque consumen o se consumen, jeje, me gusto que no hicieras reverencia a ellas, es común que la banda se meta cosas pensando que van a expandir su percepción, cosa más absurda, como si fuera inherente a ellas la sabiduría. Las grandes canciones, los grandes cuentos, novelas o poemas, son eso porque quien los escribió tenía esa capacidad, la droga, por si misma no podría hacerte el más cabron escritor o si?

    No recuerdo porque las empecé a usar, fue hace tanto…decía el buen de Timothy Leary, las drogas no son malas, el ser humano es el estupido que las consume (por cierto este carnal vivió en México, Zihuatanejo, tenia un hotel que algún político reventado le dio y hacia unos reventones de miedo) y desmadra su sentido real. Creo que en ocasiones les damos un sentido místico a su uso porque no tenemos los guevos suficientes, para reconocer porque los hacemos, creamos eufemismos para sentirnos mejor con respecto a su uso y evitar la pinche carga moral que conlleva (ni pedo vivimos en sociedad) seria poca madre tener los guevos, para decir lo hago por la fiesta o para hacerme mierda (como bien lo comento esa amiga de Alonso) porque seamos sinceros, si queremos expandir la mente o abrirnos a otras sensaciones, pues hay un chingo de cosas para hacerlo no? Chale, creo se acaba de apoderar de mi el espíritu de Sabater y por eso estoy escribiendo estas mamadas (me caga Sabater por cierto, grrrrr) aun así tienen un lado tan divertido y ojete, que habría que conocerlo.

    Mi experiencia con ellas, ha sido buena, etapas chidisimas, un disfrute interminable o estar en un fondo del cual salir es casi imposible, he probado de casi todo, aunque creo nunca he tenido una adicción, creo jeje, los momentos que más recuerdo son cuando probé el pcp, puta que cosa más cabrona , son como 6 horas de efecto, la consumí en la casa de un amigo, por el rumbo de Contreras salimos a una fiesta, ver la ciudad desde ahí, las luces, me creía gigante, mis pasos eran de seis metros, era alucinante, cabron, aun después de 3 meses de repente tenia efectos de ello, la he probado una sola vez y fue mi favorita, pero nunca lo haría otra vez, el carnal que estaba conmigo se quito 5 uñas en su viaje, mal pedo.

    Con los hongos y el peyote es otra historia, no las considero como drogas (me educaron de una forma, en la cual este tipo de expresiones no se consideraban así, a los 10 años hice el viaje huichol, caminando desde nayarit…..otra experiencia) existió aquí un guey bien cabron, psicólogo, Guillermo Naranjo tenia un método alternativo que consistía en usar peyote en la terapia, tiene un librito léanlo si pueden no es muy técnico, se llama La locura lo cura. (editorial quien sabe, siempre se me olvida, pero vale como 80 varitos y lo encuentran en gandhi)

    Que si las recomiendo, pus si, consuman, pero acompañados de sus amiguitos es la mejor forma.

    “La carencia de vicios añade muy poco a la virtud” Machado

  32. Blogger Rochillíto 

    Pues siguiendo con la superficialidad que le dio Alonso a mi anterior comentario y en favor de lo que Alteza dice:
    Yo sólo las uso por la fiesta.
    Justo hoy cuando me levante tan cansada, me pregunte si la fiesta de este viernes y la del anterior habrían estado tan buenas sino hubiera tenido tanta coca en mi.

    Me contesté que si, porque algo me hace pensar que somos graciosos y bellos en sobriedad, pero automaticamente me reí, y al segundo me contesté: por supuesto que no.

  33. Blogger alonso ruvalcaba 

    híjole, hay que darle una buena masticada a la reflexión de arturo; concuerdo con que "concuerde" pero me detendría un segundo antes de afirmar que esa capacidad de reconocer al otro en uno sea el principal aporte de las drogas. (arturo es muy inteligente e intercala dos precauciones: parecería y en gran medida.)

    y, afortunadamente para alteza y para todos los demás, nadie se dejó ir de jeta en plan de reverencia drogadicta ni, mucho menos, de cruz cruz. (ah no! sí hubo uno...) da gusto, caray.

    no sé, en cambio, si me da gusto pensar que no somos simpáticos y bellos en sobriedad. aunque, claro, si eso es cierto, rochillito, qué bueno que estemos dispuestos a vivir con ello.

  34. Blogger Verde 

    Para mi las drogas han sido herramientas de aprendizaje, qeu han servido para entender como funciono y que llevo dentro.

    Nunca me han llamado la atención como otra cosa, no las encuentro pretexto del desmadre ni nada parecido.

    Pero es claro que sea la que sea tu razón para meterte drogas, el camino es el de la información y no el de la desinformación.

  35. Anonymous Anonymous 

    ¿razones? no mamen, las drogas se consumen justo por que no las hay. mejor dejen la melancolía (pues la mayoría de los textos aquí publicados apestan a ella) y dejen que el mundo siga su ruta, y si no les gusta, siempre se pueden bajar en cualquier esquina.

    ah, soy pacheco desde que nací

  36. Anonymous Anonymous 

    ¿razones? no mamen, las drogas se consumen justo por que no las hay. mejor dejen la melancolía (pues la mayoría de los textos aquí publicados apestan a ella) y dejen que el mundo siga su ruta, y si no les gusta, siempre se pueden bajar en cualquier esquina.

    ah, soy pacheco desde que nací

  37. Anonymous Anonymous 


    quien es alizze, es francesa o que ?

  38. Anonymous Anonymous 

    Que post entretenido...ahora estoy con poco tiempo, para mí la coca es una fascinacion, la probé a los 28 ahora tengo 42 pero cada cierto tiempo debo recurrir a ella, es mi amante.
    Mi compañera me acompañaba antes, dejó de consumirla de un día para otro, bueno las resacas eran terribles, no se logra comprar buena facilmente, creo que eso fue la mayor razón.
    Yo una vez al mes la consumo todo el día, sin alcohol, para sentir todo su efecto y aroma, he probado con anfetaminas, pero no es lo mismo, aunque también quedas trabado con unas varias.
    Saludos

  39. Anonymous Anonymous 

    y cuando desperte habia lineas y hojas dentro de otras hojas
    el sonido venia de una mujer que parecia decir algo
    no importaba
    las palabras son un virus decia laurie anderson
    razones de peso para la intoxicación?
    les doy una si me dicen porque tenemos que morir
    la idea es tener la pose de cool
    la idea es tener la pose de valemadrismo
    y al final estabamos juntos y estabamos muriendo de soledad
    lou reed lo sabia
    era su esposa
    era su novia

    4.20

  40. Anonymous Anonymous 

    holaaaaaaaa me llamo karen y queria saver mas sobre el libro mas informacion mi numero es 8365903 para que me llames bueno.tengo 16 años chauuuuuuuuuu
    muy bueno tu libro lo leei todo...chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

    te doy mi correo para que me

comments

      Convert to boldConvert to italicConvert to link

 


  • EL PROFILE (COMPLETO)
    BREVE MANIFIESTO ANTROBIÓTICO

    THE SPECTATOR

    CLIC: BLOGS OF "NOTE"

    -------------

    DANZA CON LOBOS

    -------------

    ERECCIONES Y HUMEDADES LAS QUEJAS DEL JOVEN WERTHER PURA POESÍA TRADUCIR/SER OTRO DRUNK, THAT'S ALL GLOTONERÍAS ANYBODY FANCY A LINE? LA LISTA ANTROBIÓTICA

    -------------

    -------------

    ARCHIVO LECUMBERRI