putas


[1530. una andaluça sale a la calle
e inquiere el character de las mugeres que ve.]

Mirá, hay putas graçiosas más que hermosas, y putas que son putas antes que mochachas. Hay putas apassionadas, putas estregadas, afeitadas, putas esclareçidas, putas reputadas, reprobadas. Hay putas moçárabes de Çocodover, putas carcaveras. Hay putas de cabo de ronda, putas ursinas, putas güelphas, gibelinas, putas injuinas, putas de Rapalo, rapaínas. Hay putas de simiente, putas de botón griñimón, noturnas, diurnas, putas de çintura y marca mayor. Hay putas orilladas, bigarradas, putas combatidas, vençidas y no acabadas, putas devotas y reprochadas de Oriente a Poniente y Setentrión; putas convertidas, repentidas, putas viejas, lavanderas porfiadas, que siempre han quinze años como Elena; putas meridianas, ocidentales, putas máxcaras enmaxcaradas, putas trincadas, putas calladas, putas antes de su madre y después de su tía, putas de subientes e deçendientes, putas con virgo, putas sin virgo, putas el día del domingo, putas que guardan el sábado hasta que han xabonado, putas feriales, putas a la candela, putas reformadas, putas xaqueadas, travestidas, formadas, estrionas de Tesalia. Putas avispadas, putas terçeronas, aseadas, apuradas, gloriosas, putas buenas y putas malas, y malas putas. Putas enteresales, putas secretas y públicas, putas jubiladas, putas casadas, reputadas, putas beatas, y beatas putas, putas moças, putas viejas, y viejas putas de trintín y botín. Putas alcagüetas, y alcahuetas putas, putas modernas, machuchas, inmortales, y otras que se retraen a buen vivir en burdeles secretos y públiques honestos que tornan de principio a su menester.


dante: hereje


dante está rondándonos todo el tiempo. hablamos de él, lo leemos, lo mofamos. traemos algún libro en la mochila. ramón, en una felicísima sincronía, luego de leer el post anterior me envió un soneto suyo que empieza así:

en medio del camino de la vida
el taxi me conduce hacia el infierno
recién salgo del cielo un cuerpo tierno
se abrió para mí solo y la avenida
parece que me lleva que me flota

en la biblioteca nacional de francia, con la ficha número FRBNF30299256, hay seis folios sin firma, sin numeración, sin fecha. en el primer folio hay un sello que dice bibliothèque imperiale impr. y dos líneas impresas: credo che dante fece quando fu accusa / to per heretico allo inquisitore. yo tengo un pdf de esos folios. quien quiera puede bajarlos con un clic acá:

el credo de dante: hereje


soneto


en medio del camino de esta vida
me encontré sumergido entre la mierda,
me encontré ya sin pila y ya sin cuerda,
en tus tetas pensaba, en la mordida
que les debo o que me deben, en ti
pensaba y en tu culo y tu tanguita,
tu vagina que mata y resucita,
pensaba en esas cosas cuando vi
la puerta
que conduce al matadero,
pensaba yo en tus piernas, en tus brazos:
“ciudad doliente a 25 pasos”
leí imposiblemente en un letrero /
desperté y ni tus tetas ni tu culo:
qué poco le he aprendido al buen
catulo.


mateo, dios, una estrella


I
Estas conocidísimas palabras abren el segundo capítulo del Evangelio según Mateo: “Y como fué nacido Jesús en Bethlehem de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente á Jerusalem, Diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos á adorarle. Y oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalem con él. Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea; porque así está escrito por el profeta.” Herodes aparta a los sabios o magos orientales y los envía a Belén, luego de pedirles que regresen a él, que también desea adorar al rey de los judíos. La estrella guía a los sabios hasta el lugar donde está Jesús. Un poco más adelante está escrito que Herodes entonces, como se vió burlado de los magos, se enojó mucho, y envió, y mató á todos los niños que había en Bethlehem y en todos sus términos, de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que había entendido de los magos. Entonces fué cumplido lo que se había dicho por el profeta Jeremías. He aquí mi azoro: Herodes, en uno de los actos más crueles de la historia del mundo, manda asesinar a los niños de un pueblo porque los sabios lo engañaron, porque nunca regresaron de adorar al rey de los judíos, de cuyo nacimiento supieron porque vieron su estrella brillar en el Oriente.
II
Los filólogos han concordado en que el propósito del evangelio de Mateo (escrito no después del año 110, en que lo menciona Ignacio de Antioquía, ni antes del 70, en que los romanos incendiaron el templo de Jerusalén –cf. cap. 22:7: El rey estaba furioso, y envió sus tropas y destruyó a los asesinos e hizo arder la ciudad), su más hondo motivo, fue no sólo extender lo que Lucas, Marcos y otro autor desconocido (le dicen Q por la palabra alemana Quelle: fuente) escribieron –por ejemplo, puso al día algunos odios: Jesús pronuncia las improbables palabras sus sinagogas, como distinguiéndolas de los lugares donde se reúnen los cristianos–; fue también, ¿primordialmente?, despejar cuestiones y dudas que esos textos levantaron, i.e., elaborar un volumen teológico. Así, no puede sorprender la inclusión única de las beatitudes o bienaventuranzas, ni el singular énfasis en los milagros de Cristo, ni la enumeración de las generaciones que lo engendraron (divididas en tres grupos de catorce: de Abraham a David, de Salomón a la deportación de Babilonia, de ésta a Jesús), ni las muchas citas sacras, ni las populosas analogías con Moisés: el aferrado Mateo quiso declarar que Jesús era aquel del que hablaron los profetas; que era, como el autor y protagonista del Pentateuco, quien salvaría al pueblo elegido.

Podemos comprender entonces que el evangelista, en un perdonable descuido, propusiera “la estrella” (Júpiter, tal vez, que atravesó las sendas de Venus y Saturno en el año 7 a.C.) como símbolo y señal del nuevo rey, tal vez inspirado por Números 24:17: Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; saldrá Estrella de Jacob, y se elevará cetro de Israel, sin atender o aun sin percatarse de que no ofrecía en sus versículos el dios justo que hubiera querido, sino un dios arbitrario, lucidito, berrinchudo como el carácter de un niño.

Sin embargo, para el máximo de los fieles no hay otra razón de los evangelios que el impulso del Espíritu Santo; esto es, Mateo no escribió su Evangelio: recibió un dictado; una distracción o una negligencia son perfectamente inconcebibles; cada palabra, cada letra es justificable (hay alguna secreta razón, acaso tu existencia, por la que el verbo anachorein –retirarse– suele repetirse en el libro; otra habrá por la que la palabra genesis es la primera del primer capítulo...); esto es, Dios, sin cuya aquiescencia no se mueve una hoja; Dios, si cuya mirada se apartara un segundo de nosotros caeríamos fulminados, permitió que Júpiter cruzara los caminos de otros planetas no sólo para que los sabios de Oriente (tres, según la tradición) supieran que el rey de los judíos era nacido; también para que se lo comunicaran a Herodes el rey; también para que éste enfureciera; también, pavorosamente, para que hiciera matar a los niños de un pueblo.

III
Ni idea, por supuesto, a dónde llevarán los actos que inició aquella decisión divina –es sabido que todos los actos son el principio y el fin de una serie infinita–; ni idea qué lección impensable quiso dar Yahvé a sus creaturas; sí sé que este Dios es compatible con el Universo, que nos rompe y nos mata: no el dios bondadoso de ciertas simples iglesias de hoy, no el casi humano del Renacimiento; este Dios de fierro o de remolinos, que está más allá de pesadillas o amabilidades; este Dios absurdo salvo que no es absurdo para sí mismo; este Dios que podría decirme hoy, desde el trueno o la nube: ¿Dónde eras al fundar Yo la tierra? Manifiéstalo. ¿Y quién cerró con puertas el mar cuando salía afuera como quien sale de madre; Cuando le ponía nube por vestidura, y escuridad como faja suya, Y rodeéle con términos, y ordené ley entre él, y púsele cerrojo y puertas? Y dije: “Hasta aquí vendrás, y no añadirás; aquí quebrantarás levantamiento de olas tuyas.” ¿Quién es este que escurece consejo con palabras vacías de saber?

[la traducción de los versículos de Mateo es de la mejor biblia en español: la de Casiodoro de Reina; de los de Job en el último párrafo, del gran jefe fray Luis. Hay más sobre el intratable carácter de Dios aquí y aquí.]


  • EL PROFILE (COMPLETO)
    BREVE MANIFIESTO ANTROBIÓTICO

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    DANZA CON LOBOS

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    ERECCIONES Y HUMEDADES LAS QUEJAS DEL JOVEN WERTHER PURA POESÍA TRADUCIR/SER OTRO DRUNK, THAT'S ALL GLOTONERÍAS ANYBODY FANCY A LINE? LA LISTA ANTROBIÓTICA

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