el año cero


“salía por las tardes y regresaba de madrugada, después de demasiados cigarrillos, vino y café, en la borrosa tiniebla de esa praga falsamente onírica. nunca había tenido una relación tan breve y tan dolorosa. sin embargo, reconocía también que, con el paso de tres semanas, la tragedia iba atenuándose: de ser lo único real, nítido y abigarradamente detallado, ahora ese acto comenzaba a compartir la realidad con otros: tediosos, divertidos o indiferentes. pero la noche del 23, en la esquina de na výtoni y plavecká, la vio. inconfundiblemente era julia: el pelo corto casi rojo, las gafas, los grandes dientes blancos; reía sin ostentación frente a alguien, un hombre cualquiera; era obvio que habían bebido. entonces julia lo notó; dejó de reír pero no del todo; se vieron y fue como si se vieran desde dos mundos distintos o dos universos o, mejor dicho, como si entre los dos alguien hubiera puesto un universo, trágico y odioso como el nuestro. se vieron y alonso comprendió, de súbito, que entre ellos sólo había un sentimiento posible para siempre: la orfandad.”


hacia una historia del odio 0.3

14 comments

retiro lo dicho sobre el odio: se puede odiar casi al azar, no por la suma de las características de una personalidad sino por una sola acción –una tan sólo, pero radical–. yo, por ejemplo, odio a tres personas (mis dos odios anteriores han demostrado el día de hoy que eran nada más pequeñas inclinaciones hacia la molestia): no las conozco, aunque sé que viven en la ciudad de méxico; casi podría sustituirlas con cualquiera, contigo, digamos, que estás leyendo o con las últimas tres personas que me crucé en la calle, en el recorrido de la zona rosa a la condesa; no las conozco pero su acto es tan radical, hiere de tal forma al mundo, que ha conseguido disipar la realidad casi del todo, hacerla interminablemente borrosa, mientras el acto parece lo único real, se satura de nitidez, de color, de contornos intolerablemente detallados. si viera a cualquiera de estas personas o si eligiera al azar a alguien con quién sustituir su arquetipo, sin dudarlo jalaría el gatillo. y a la mierda con las consecuencias legales.

[fade out]


boy bar

8 comments

...los tres pisos del boybar de amberes, esta noche, están –no sé si siempre es así o nomás esta vez– libres de lamentos por besos robados, de reprensiones, de resignaciones: todo aquí es estroboscópico: ov7 estalla en el aire, thalía estalla también, paulina rubio, rbd; por unos segundos nada parece estar mal: los tragos nos van embotando el cerebro, el calor ya ha hecho que varios se quiten las camisetas, los besos empiezan a reproducirse como gremlins urgidos de algún líquido, como cucarachitas que dejan sus recovecos cuando apagas la luz; las erecciones se acercan por todos lados, se te recargan en los muslos, en las nalgas, en la pelvis, it’s raining men, ¿no?; también las tetas se acercan, y los culos, los cuellos están empapados de una dichosa mezcla de baba con sudor; tomas de la mano a dos personas mientras j.lo mezclada con tenaglia por fin cachondea desde las tornamesas; los tres giran, se abrazan; ¿dónde me había metido este año, perdido en los espacios más ñoños del centro, carcomiéndome el alma jerga con poemas que a nadie le hacen bien?; vámonos al cuarto oscuro, no se te olvide dejar afuera la cartera y el celular; y esto sí es la fiesta de manos, de vergas y de bocas, abre la boca, sonríe aunque nadie nunca vaya a volver a ver tus dientes, besa, quítate eso, bájate los pantalones o siquiera el cierre, mira, ven, extiende los dedos, encoge los dedos, saca la lengua, no me muerdas, muérdeme poquito, ¿a qué sabe todo esto?, sexo, saliva, sudor, alcohol a morir, salado, a polvo también o a mugre, ¿cuánto tiempo llevamos acá?, hay otros penes, más chicos, más gordos, o más largos, y anos y dedos flexibles, esto sí es la exploración, alguien que prenda la luz, ¿o cómo le voy a hacer después para acordarme?, más alcohol y por encima de la sensación de tanto líquido en la carne ya empieza a untarse, desde afuera, la voz de mónica naranjo, y un recuadrito de luz donde alcanzo a ver a rocío a lo lejos y un golpe de sed en la garganta nos recuerdan que también hay vida junto a la barra, ¿y si nos salimos un ratito?


un solo de órgano


1.
por encima de la piel del mundo, en la superficie, la chaqueta es la cosa más divertida que hay. (por debajo, en los abismos del cerebro, masturbarse es una apuesta por la muerte. acuérdate de onán, hijo de súa y de judá, quien mandólo, tras la muerte de otro hijo, a cogerse a la cuñada: “entra á la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y suscita simiente á tu hermano”; pero, sabiendo que “la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba á la mujer de su hermano vertía en tierra”; luego “desagradó en ojos de jehová lo que hacía, y también quitó á él la vida”. jehová tiene que castigar venirse afuera: extrema negación de la vida. bah: eso no importa hoy.) todas las chaquetas son netísimas: chaquetas femeninas o masculinas, digitales o manuales; chaquetas rusas o francesas o españolas (en inglés una rusa es un french fuck, en francés una branlette espagnole); chaquetas con juguetitos o embutidos o vegetales; chaquetas a mano limpia, con la diestra o la siniestra; chaquetas frente a la tele o la compu o en el cine; chaquetas con revista o con la pura imaginación; chaquetas de poetas que en el aire las componen.

2.
hay literalmente miles de maneras de decirle a la masturbación, a su acción y a su efecto. el pecado de onán comenzó a escribirse hacia 1640, en alemán: onanistische sünde, el pecado onanista; en 1710 apareció onania en un librito inglés: onania: the hineous sin of self-pollution; en 1760 en francés, en otro manual, l’onanisme, del doctor s.a. tissot. los dos están llenos de pasajes muy sabrosos, como este de tissot que refiere una consulta en el domicilio de un paciente aficionadísimo a este pecado: “fui a su casa; lo que hallé ahí era menos un ser vivo que un cadáver; delgado, pálido, exudando una odiosa peste, casi incapaz de moverse. sangre acuosa goteaba de su nariz; babeaba de continuo; sujeto a ataques de diarrea, defecaba en su cama sin notarlo; había flujo constante de semen; sus ojos, borrosos, perdidos, habían perdido todo movimiento; su pulso era débil; respiración trabajosa; flacura extrema, excepto en los pies, que mostraban inflamación. igualmente evidente era la enfermedad mental.” me recuerda a mí, como a los trece años. masturbación es un poco más viejo. montaigne lo escribió en 1580, en el volumen 2 de sus ensayos; frolio lo llevó al inglés en su traducción de 1603: “diogenes in sight of all, exercising his maisterbation, bredde a longing desire in the by-standers”, diógenes, ejerciendo su masturbación frente a todos, despertó el deseo de los testigos… pus sí. onanismo y masturbación aparecieron apenas en 1884 en el diccionario de la academia española; no sorprende: paja y chaqueta apenas van llegando a ese libro santísimo. no es difícil dilucidar el porqué de ‘chaqueta’: uno como que arropa el pito en el acto; lo mismo que hace cuando se teje una ‘chambrita’. a la ‘chaira’, además de la aliteración, podría explicarla el movimiento que se hace cuando se afila un cuchillo. hay chaquetas que enfatizan su violencia: sacarle los sesos al yucateco, degollar al cíclope, torcerle el cuello al ganso, matar el oso a puñaladas, ahorcar a kojak o, en inglés, whack the weasel, pound the pudding, spank the monkey. (yo he querido popularizar ‘zapear al mico’ pero todavía no logro que pegue. se oye bien ya conjugado, por teléfono: “¿qué haces, güey?” “acá nomás, zapeando al mico…”) otro grupo: el que habla del líquido eyaculado: sacarle el veneno a la víbora o el petróleo al pozo o la crema al taco, desflemar el cuaresmeño, cream the corn, flush the babies. otro: el que se concentra en la manualidad del acto: hacerse una puñeta, escribir a mano, saludar de mano al cabezón, ir a palma 5 (por si alguien tiene curiosidad: en palma 5, entre tacuba y cinco de mayo, hay un centro joyero, el palma, y nada más); un subgrupo personaliza la mano con nombres propios: visitar a manuela, a pulgarcito y sus hermanos, salir con pálmela handerson, meet hand solo; una categoría más toma préstamos de otros contextos: echarse un solo de órgano o de flauta, venirse por su cuenta, jugarse el pellejo. todos son masculinos, quién sabe por qué; los femeninos, en comparación, son poquitos: dedearse, franelearse, pajearse (ése es unisex), partir el mar rojo; en inglés hay patrones como la rima: clit twit; lo sureño: explore the deep south; el equívoco de contextos: enter no man’s land (jeje). como si de veras se masturbaran menos. no olviden que hay un montón de poesía para probar lo contrario. ejemplos siglodeoro: las coplas aquellas de la moza que estaba

d’espaldas en el lecho,
las piernas abiertas
y mirando al techo

y que

toda se comía
en grande manera,
que’l dedo metía
por la hurgonera;

las coplas que empiezan:

–madre, la mi madre,
que me come el quiquiriquí.
–ráscatele, hija, y calla,
que también me come a mí;

el soneto, ya aparecido acá, cuyo segundo cuarteto va:

mirándoselo estaba muy gozosa,
después que ya quedó muy bien rapada,
y estándose burlando, descuidada,
metióse un dedo dentro de la cosa;

aquel en que una señora le habla al rábano:

serás lugarteniente de un carajo,
mi marido serás, legumbre mía;

o, 450 años después, las líneas de divinyls:

i don’t want anybody else
when i think about you i touch myself;

y su encendido equivalente en español en devórame otra vez: “he mojado mis sábanas blancas / recordándote...” no se hagan, pues.

3. agradecimientos
por su apoyo en la elaboración de este artículo el autor desea agradecer a los creadores de rebelde y muchachitas, a camila sodi y martha higareda por salir juntas en la rolling stone, a la chavita de la falda cachondísima que se subió ayer al microbús en chapultepec, a las novias, ex novias, amigas y amigas de amigos que voluntaria o involuntariamente aportaron las imágenes que ahora saturan el ipod, máximo instrumento chaquetil (
gabriel también les manda un “¡gracias!”), al calentamiento global por su promesa de un gran escote perpetuo y a diosito (aunque nos llevamos tan mal) por de repente colar un viento frío que para los pezones en la calle. y aprovecha para dedicar a todos ellos la próxima pajuela, que comenzará justo después del punto al final de este párrafo y que adán, su primer practicante allá en el génesis de los tiempos, llamó con sabiduría: “la chaquetita de las cinco y media”. se ven.


ocho y medio

12 comments

rebeka me tagueó para el meme 8 ½ cosas de mí. la verdad es que no hay ocho cosas que no hayan aparecido aquí [salvo de mi tiempo en el ejército, que es muy divertido… en retrospectiva] así que prefiero contar una fantasía que tengo y que sin mucho esfuerzo puede dividirse en ocho y media o nueve partes. va así:

[1] he logrado reunir en mi casa a mis novias y a mis (poquitos) amigos: [2] eva y rocío juegan a ver quién da la redondilla más lograda (ambas fueron gimnastas); [3] niche, jessica e isabel apapachan a lula en el balcón; [4] por allá se forma una bolita: lucía, cris, livier y sandra platican y brindan y se ríen; [5] elisa abraza los hombros de gabriel; [6] raco le da un beso en la cabeza al pinche negro (love is gel, ¿no?); [7] rebeka y efe e hilda revisan no sé qué junto a un librero; [8] mauro se distrae cortando coca y yo, feliz, miro todo recargado en la pared. les pregunto: ¿quién quiere tacos al pastor? todos levantan la mano. [8 ½] entonces le digo adiós a lula desde lejos, pienso apagan la luz cuando se vayan, bajo a la calle, cojo un taxi al aeropuerto, ahí un avión a viena y en viena, que reconozco al instante, el tren al centro: en el camino sé, de una forma contundente y tranquila, que nunca nunca nunca voy a regresarme a méxico.


tit fuck / french fuck

13 comments

estos días preparé un texto sobre chaquetas. lamentablemente para mí y felizmente para todos los demás, el texto no podía pasar de 6000 caracteres: eso me obligó a dejar fuera un chingo de cosas que me divierten: poemas, rolas, películas. lo que más me dolió perder fue esta carta que joyce le mandó a su vieja nora en 1909, cuando pasaron unos meses en ciudades distintas. la encontré mientras buscaba equivalentes ingleses de la chaqueta rusa, que se hace con la verga entre las tetas de la compañera. en inglés se le empezó a decir french fuck en los 30, tit fuck en los 80. y ya: take a trip down mammary lane:
las cosas más pequeñas me ponen la verga durísima: la boquita de puta que pones de pronto, una manchita café en tus calzones blancos, la súbita grosería que se te sale de los labios húmedos, el súbito ruido impertinente que hace tu trasero y luego un olor que te sube lentamente por la espalda. en esos momentos me pongo loco de ganas de hacerlo de una forma cochina, de sentir tus labios calientes mamándomela, de coger entre tus tetas de puntas rosas, de venirme en tu cara y salpicarte los cachetes y los ojos, de ponerte la verga entre las nalgas y dejártela ir por el culo.

sensacional. lástima que no sabemos qué carajos contestó nora.


  • EL PROFILE (COMPLETO)
    BREVE MANIFIESTO ANTROBIÓTICO

    THE SPECTATOR

    CLIC: BLOGS OF "NOTE"

    -------------

    DANZA CON LOBOS

    -------------

    ERECCIONES Y HUMEDADES LAS QUEJAS DEL JOVEN WERTHER PURA POESÍA TRADUCIR/SER OTRO DRUNK, THAT'S ALL GLOTONERÍAS ANYBODY FANCY A LINE? LA LISTA ANTROBIÓTICA

    -------------

    -------------

    ARCHIVO LECUMBERRI