[Anna es una neoyorquina hermosa y valiente; su pelo aéreo entre güero y rojo y sus ojos color verde laguna tabasqueña están, sin duda, en un punto muy alto de mis aficiones. La conocí hace como tres años en el Hidrógeno, un antro genial de la zona rosa que algún idiota se atrevió a cerrar, y entonces no se aventuraba a tomar siquiera un hielo hecho de aguas mexicanas. Hace poquito regresó a México y me pidió un tour (de force) taquero: en siete días visitamos veintiséis locales, puestos fijos, semifijos y ambulantes y perseguimos canastitas bicicleteras.]
Guisados: adictos anónimos
Apuntes para carnitas
Apuntes cochinitos
Pausa: Maribel
Tacos fronterizos
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DANZA CON LOBOS-------------
ERECCIONES Y HUMEDADES-------------